El poder hipnótico y sensual de flores mágicas como el jazmín de Locride, el heliotropo peruano y el YlangYlang de Filipinas, abarcan esencias preciosas y afrodisíacas. El pachulí rojo y el ámbar gris, cosechados bajo las olas del Mediterráneo, emergen sobre todo.
- NOTAS DE SALIDA: bergamota de Calabria, naranja siciliana, flor de espino, rosa búlgara y pera romaña
- NOTAS MEDIAS: ámbar gris, jazmín lócrido, heliotropo peruano, pachulí rojo e ylang-ylang
- NOTAS BASE: ámbar gris, almizcle, vetiver de Tahití, caoba, roble toscano, Madera de agar y durmast de Camboya
Telea es el nombre de una estrella mágica y muy lejana envuelta en misterio. Una estrella, según la leyenda, de poderes prodigiosos. Esta estrella da nombre al velero de Paolo Terenzi.
El sueño flotante de toda una vida, hecho de maderas preciosas y fragantes, latón pulido, cuerdas raras y velas negras altamente tecnológicas, construida para viajar lejos. Telea fue diseñado para cumplir las ganas de navegar, listo para enfrentar cualquier tipo de mar u océano, pero sobre todo como un refugio secreto, un lugar para recargar baterías e inspirarse para nuevas creaciones y nuevos desafíos, un lugar para respirar.
Al fin y al cabo, el aliento es hermano del perfume y el asombro toma forma desplegando sus velas hacia el infinito. Telea no es solo un objeto, tiene su propia alma que es simbiótica con el espíritu de su comandante y su tripulación. “El mar es nuestra casa ... el mar es nuestra patria ...” fue la filosofía que su padre Evelino compartió con Paolo y Tiziana mientras crecían, navegando con él en las alas de la fantasía, a bordo de su hermosa barca de madera. De esta pasión profunda, arraigada en sus corazones y cultivada desde la infancia, los hermanos Terenzi nunca han dejado de amar el mar, sus inmensas profundidades, sus espacios infinitos, sus cielos estrellados y sus preciados dones, como el raro ámbar gris. La creación se abre con un rugido de felicidad y alegría, el sonido de la vida chispeante encapsulado en la efervescencia de frutas cítricas como la bergamota de Calabria y las naranjas de Sicilia enfatizadas por la dulzura embriagadora del espino de Mikonos, la dulzura de la rosa búlgara y la ternura de la pera de Romagna. Esta cabeza, llena de felicidad, se sumerge como el verano en un mar azul, un corazón palpitante de color y sonido.